Dejar el café sin síndrome de abstinencia

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EL CAFÉ: ¿UNA ADICCIÓN MACROBIÓTICA?

Cuando empecé a dar mis primeros pasos entre adultos macrobióticos me sorprendió su especial atracción hacia el tabaco y la tacita de café de después de comer (y en algunos, la de la mañana también). Yo misma, como buena universitaria, me había dopado con él durante las épocas de exámenes y algunos fines de semana de transnocheo para poder resistir hasta altas horas de la mañana estudiando o divirtiéndome con mis amitades. Durante los exámenes de final de carrera, acabé hecha polvo del estómago y taquicárdica, y juré no volver a oler una sola taza de café ni a tomarme una coca-cola más en mi vida. Y así ha sido, y así empezaron mis primeros “boikots” a ciertas sustancias legales y socialmente aceptadas, pero éticamente inadmisibles, tanto por el bien de la salud como por dejar de contribuir con indústrias esclavistas e hipócritas.

Así que, pregunté a mis formadores macrobióticos cómo es que lo tomaban preconizando un estilo de vida saludable y pacífico y la contestación fue que “en pequeñas cantidades, ayuda a hablar, y nosotros damos clases y consultas y tenemos que hablar mucho…”

“Bueno”, me dije, “si creen que no les sienta mal…”

El problema se da cuando el café o cualquier otra sustancia crea adicción e impide que las personas funcionen de manera óptima sin su consumo, o cuando tomarlo desestabiliza el organismo, creando síntomas relacionados con las malas digestiones, dolores de cabeza o insomnio.

En palabras tomadas prestadas de George Ohsawa, el café esclaviza. La adicción a este estimulante cotidiano es deshonesta y contraproductiva al verdadero cuidado de nuestra salud. Para un placer ocasional, no es un problema. Si se toma como una medicación diaria es cuando esto se convierte en un problema.

Si queremos coherencia entre los actos y lo que se aconseja a los demás, debido a la explotación que padecen sus recolectores, en caso de no querer dejar de consumirlo, al menos sería positivo comprarlo de comercio justo y ecológico.

ETIMOLOGIA Y PRODUCCIÓN DEL CAFÉ

La palabra “café” proviene del término turco qahve, a su vez, procedente del árabe, qahwa, a través del italiano. El término árabe sería una abreviación de la expresión qahhwat al-bun o vino de la habichuela. Un posible origen de la palabra se encontraría en el Reino de Kaffa en Etiopía, de donde procedería la planta del café; su nombre allí es bunn o bunna(1).

Él café es producido, principalmente, por países considerados parte del tercer mundo. Unos 100 millones de personas viven del café. La mayoría son jornaleros o pequeños campesinos que cultivan sus parcelas. Cuando caen los precios del café, los pequeños propietarios deben aumentar el área dedicada a este cultivo en detrimento de los productos para el autoconsumo. Los jornaleros deben andar varios kilómetros para llegar hasta las plantaciones y cargar los sacos de café de vuelta(2)

El café proviene de los frutos y semillas del cafeto y contiene una sustancia estimulante llamada cafeína. Pertenece a las drogas llamadas xantinas que son estimulantes del sistema nervioso central :

  • Disminuye la sensación de fatiga y somnolencia.
  • Aumenta la capacidad de procesamiento mental.
  • Aumenta el riego coronario y ejerce una acción vasodilatadora.
  • Estimula la secreción ácida del estómago.
  • Tiene un marcado efecto diurético.

Se le atribuyen propiedades beneficiosas para la salud tomado en catidades adecuadas. ¿Cómo va a ser malo si en cada esquina de este país hay un bar, cafetería o Starsbuck?

Es interesante saber que la rapidez con la que el cuerpo absorbe la cafeína es muy variable en función de la persona. De media, nuestro organismo absorbe la cafeína en un plazo de 3 horas aproximadamente pero este margen puede variar en función del consumo de alcohol, la toma de anticonceptivos o el embarazo.

La cafeína estimula las glandulas suprarrenales, aumentando el azucar en sangre y obligando a la necesidad de más insulina. En España se consumen al año entre 200 y 300 millones de toneladas para menos de 50 millones de habitantes, acompañado de azúcar refinado la gran mayoría de las veces.

¿SON LAS OJERAS NEGRAS UN INDICADOR DE TENSIÓN EN LAS SUPRARRENALES?

Tarde o temprano, los órganos que más sufren a  causa del consumo de cafeína son las glándulas suprarrenales. El agotamiento crónico suprarrenal es prácticamente epidémico.

La adrenalina es responsable de la explosión de ganancia de energía y en individuos compasivos, de la capacidad de rescatar instintivamente a la gente accidentada levantando coches. La adrenalina es el origen de nuestra respuesta “de lucha o huída”.

Supuestamente, esta respuesta permitió a nuestros antepasados prehistóricos escaparse de depredadores dentados.

Cuando continuamente estimulamos nuestras glándulas suprarrenales para producir esta descarga de adrenalina, ocasionamos su deficiencia en nuestros cuerpos y hacemos que la glucemia sea irregular.

Es pues importante recordar que la cafeína no proporciona únicamente un estímulo químico de energía .

En el diagnóstico emitido por especialistas en medicina oriental, se ha dicho que el tejido delgado que hay bajo los ojos, el área que de manera informal llamamos “ojeras”,  se relaciona con los riñones y las adrenales.

Las esquinas interiores  de los ojos se hacen más oscuras. A veces, esto es asociado con una falta de sueño, cosa que tiene sentido, porque los órganos que sufren más de la irregularidad de sueño son las glándulas suprarrenales.

Ralph T. Golán explica:

“La cafeína fuerza vuestras glándulas a secretar hormonas cuando ellas ya no tienen mucho más para dar, y tienen que seguir trabajando cada vez más y más profundamente, haciendo que cada vez se cansen más, y con el tiempo, agotan su capacidad de funcionamiento. Y durante este proceso, se toma cada vez más café para conseguir o mantener el efecto deseado. Algunas personas alcanzan el punto de beber media docena o más de tazas del café para conseguir el mismo resultado y esto apenas las mantiene despiertas. A esto se le denomina agotamiento severo suprarrenal.”

La investigación conducida por el departamento de psiquiatría y ciencias conductuales en Johns Hopkins, una escuela de universitaria de medicina revela que el consumo moderado de cafeína (algo así como una taza diaria) inmediatamente puede producir síndromes de abstinencia. ”

Esto es porque la cafeína es esencialmente, una droga. A pesar de su cuestionable inclusión en las adoradas pastillas de chocolate, el chocolate caliente, las bebidas estimulantes (como la Red Bull), los refrescos populares y las colas, la presencia de la cafeína es omnipresente.(3)

EL SÍNDOME DE ABSTINENCIA

Mucha gente se ha convertido en adicta a la cafeína en el sentido de no poder dejar de tomarla o seguir tomándola pese a arriesgar su salud física o psíquica, solo para evitar el síndrome de abstinencia. Las personas que se plantean una dieta más saludable y dejan de tomarlo, a menudo lo experimentan los primeros días.

El síndrome de abstinencia del café ha sido probado mediante varios rigurosos estudios de doble ciego. De hecho ha sido incluido como diagnostico oficial en ICD-10 (Organización Mundial de la Salud) y se ha propuesto como diagnostico a la Asociación Estadounidense de Psiquiatría. Aunque los estudios se han realizado con adultos, también se han dado casos en niños.

Los síntomas típicos del síndrome de abstinencia son:

Dolor de cabeza de diferentes grados

Fatiga, adormecimiento

Dificultad para concentrarse

Dificultad para trabajar

Irritabilidad

Depresión

Ansiedad

Síntomas de resfriado, como pueden ser: nauseas y vómitos, dolor o rigidez muscular, calor y frío…

Deterioro psicomotor, de la alerta y del rendimiento cognitivo

Se han dado casos de adicción al café con dosis diarias tan bajas de cafeína como 100mg/día (equivalente a una taza o dos latas de refresco cafeinado). También se han dado casos de síndrome de abstinencia al dejar de tomar una consumición diaria y regular de cafeína (por ejemplo un café todas las mañanas). Durante la abstinencia, pequeñas dosis de cafeína (ej: 25mg) pueden suprimir parcialmente los síntomas del síndrome de abstinencia.

CÓMO DESENGANCHARSE DEL CAFÉ SIN PASAR EL “MONO”

1- Hay dos maneras de hacer esto:

a) Eliminando toda la cafeína inmediatamente y asegurándote que puedes pedir la baja en el trabajo por un par de días para tratar los dolores de cabeza, el letargo y la depresión que se dan en muchos casos.

b) Por el método de Eliminación Gradual: Esto requiere estar un poco más implicado, pero si trabaja por este método puedes evitar la mayor parte de los efectos segundarios de la adicción a la cafeína.

Digamos que bebes aproximadamente 2 tazas de café diariamente. En este caso, lo mejor es reducir la cafeína gradualmente, lo cual ayudará a hacer esta transición con menos drama, dolor y fatiga.

Primero se trata de reducir 1/3 menos la cantidad de cafeína que has estado tomando, durante 2 a 3 momentos del día.

La clave está en reducir muy gradualmente la cntidad de café de cada toma y mientras tanto asegurarse de que se consiguen minerales, comiendo con regularidad y haciendo algún ejercicio diario.

2- Come con frecuencia.

Una de las cosas más importantes a recordar es la relación de la cafeína con el índice glucémico. Por lo tanto, es importante encontrar otros modos de regular tus niveles de azúcar. No comer durante períodos largos de tiempo lleva tu glucemia a niveles alarmantemente bajos. En este punto, el ansia por la cafeína es prácticamente una cuestión de supervivencia. Uno de los mejores modos de asegurar el equilibrio glucémico es comiendo con frecuencia. Esto también puede ser una estrategia para reducir las ansias de dulces y el impulso de comer en exceso.

3-  Come alimentos integrales diariamente.

El grano entero, cocinado con agua y un pellizco de sal marina, comido con una pequeña cantidad de verduras , ayuda a normalizar la función de los intestinos, la glucemia y la necesidad del hidratos de carbono complejos. Esto podría ascender a 3/4 de una taza de copos para el desayuno y a 1/2 la taza de arroz integral para la cena. Por grano entero, me refiero al arroz integral, la avena, la cebada, quinoa, el mijo, etc.

4. Asegúrate de dormir suficientemente.

El reclamo, ” el sueño es un síntoma de privación de cafeína”, para algun@s, tristemente, puede ser verdadero. Nuestros ancestros vieron que “una hora de sueño antes de la medianoche vale por dos después” l da algún sentido al ciclo de los ritmos circadianos y a la relación que tienen con la liberación de melatonina, que ocurre después de la 1h00 en el cuerpo humano. El sueño adecuado es la primera línea de defensa en el refuerzo del sistema inmunológico. Entonces, el cuerpo aprende a depender de menos estimulantes, y puede restaurar su energía natural.

El descanso ayudará a acelerar este proceso. Si además evitas ir al cuarto de baño durante la noche, asegurándote de no tomar sopa, té o cualquier cantidad de líquidos abundantes con la cena y no acostarte durante 3 horas desde el final de la cena, esto permitirá que tu cuerpo descanse sin perturbar el sueño

5. Mantente Activo.

Haz ejercicio: paseo enérgico, bici, excursiones, footing…

El ejercicio diario también ayudará a mover la sangre del riñón y a eliminar toxinas.

El ejercicio diario refuerza la voluntad.

6. Acostúmbrate a la  tranquilidad.

Esto puede parecerte extraño, pero una de las primeras cosas que notarás cuando eliminas la cafeína es que tienes más energía, aunque te sientes más tranquilo.

Correr a todas partes llevando al límite tu energía no siempre significa que consigas hacer todo lo que te has propuesto. Podría aparecer que corres a todas partes y consigues muchas cosas, pero a menudo se confunde la actividad con la productividad. Podemos tener mucha energía, pero también podemos estar tan dispersos que cuando realmente se suman las cosas hechas, no hay las que debería de haber ya que no se ha empleado el tiempo a fondo, o porque la energía empleada podría ser demasiado caótica.

7. Sustituye el ritual, sustituye la bebida

Nuestras vidas contienen los hilos constantes de rituales varios: el sábado o el domingo desayuno en la terraza con el periódico, el domingo por la mañana, una tarta, el fin de semana cena con l@s amig@s, rituales de vacaciones, de cumpleaños, de los fuegos  de San Juan, el lunes por la noche el fútbol, juegos de cartas semanales, etc., la lista puede ser generalizada así como personalizada, dependiendo de nuestra identidad étnica, religión, ocupación, país de origen, personalidad y otros factores.

Los rituales pueden ser un modo de estancarse y otro modo de impregnar nuestras vidas de reverencias, si llevamos ropa especial para algunos rituales, hablamos de cierto modo…

Tenemos que sustituir el ritual del café (de después de comer, el café con las amigas..) Esto quiere decir pasar a la utilización de otra bebida que podemos encontrar calmante, caliente y con un gusto familiar. Para mí, que solía tomar mi café con nata, he sustituido esto por una bebida que se puede encontrar en la mayor parte de tiendas de productos naturales: el yannoh con leche de arroz.

Para otras personas, tomar un simple té caliente proporcionará la misma satisfacción después de que la neesidad de cafeína se haya ido.(3)

 

Páginas consultadas:

  1. Wikipedia
  2. Intermon Oxfam
  3. Verne Varona (traducido por Agnès Pérez )
Agnès Pérez
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