Nutrir los riñones y potenciar la vitalitad
Los riñones son órganos muy importantes. Rigen nuestro crecimiento, madurez, sexualidad, fertilidad y vitalidad. Como semillas que contienen el potencial de toda la planta, llevan nuestra identidad genética, lo que somos y cuán sanos y fuertes podemos ser.
Los riñones son la fuente del yin y del yang del cuerpo según la medicina oriental.
La teoría del yin yang se usa en oriente para observar y analizar el mundo tanto material como energético. Explica la estructura orgánica, las funciones fisiológicas y los cambios patológicos del cuerpo humano y sirve de guía, junto a otras técnicas para la valoración del estado de salud, para establecer programas de reequilibrio a través de la alimentación u otras herramientas y sobre todo para la prevención de desajustes.
El riñón yin, situado en el lado izquierdo, es la raíz yin de toda la energía yin del cuerpo y representa la base material, los fluidos. Nutre los órganos y los tejidos.
El riñón yang, situado en el lado derecho, es la raíz yang de todas las energías yang del cuerpo y representa la energía, la fuerza motriz y el calor necesario para realizar todas las funciones fisiológicas.
Cuando el fuego del yang arde débilmente o cuando el yin no nutre nuestro organismo, es positivo revisar la condición de los riñones.
El dolor en la parte baja de la espalda no asociado a lesiones, la debilidad en las rodillas y/o muñecas y los problemas de huesos en general como la osteoporosis o artrosis se relacionan con los riñones y se deberá restablecer el equilibrio y que haya una mejora. Los riñones están también conectados con nuestros oídos y el sentido de la audición. Los acufenos son un síntoma de desequilibrio en los riñones según la Medicina Oriental.
La caída de cabello y las canas prematuras también son un indicativo de que hay que cuidar de los riñones.
La esencia de los riñones determina la manera en que vamos a envejecer. Cabello gris, huesos débiles, pérdida de audición, disminución en la elasticidad de la piel, problemas de dientes, color oscuro debajo de los ojos, manos y pies fríos o reacciones extremas se relacionan con el estado de los riñones.
La sexualidad saludable y la creatividad forman parte de los aspectos emocionales que tienen que ver con los riñones que son responsables con el estado de la libido y atracción sexual. Los riñones importan para gestar proyectos creativos y creaciones artísticas. Por ello, cuando asolan el miedo o falta fuerza de voluntad, emociones relacionadas con el elemento agua, que representa el inicio de todo ciclo o el origen, se paraliza la evolución personal hasta que se restablece su fluidez. Adaptarse y fluir humildemente con los cambios de la naturaleza y designios de la vida es símbolo de unos riñones más fuertes.
Algo que daña bastante los riñones es el estrés. Cuando las suprarrenales mueven un exceso de adrenalina (la hormona del estrés), los riñones y el corazón se ven afectados. En invierno hay que cuidar más de nuestros riñones procurando interiorización y descanso para recargarnos de energía.
Asimismo, los riñones contienen también la sustancia llamada “esencia” que es similar al ADN y proviene tanto de nuestro padre-madre como del alimento que ingerimos.
¿Qué desequilibra el funcionamiento renal?
Alimentos prohibidos para los riñones
Los alimentos y sustancias más nocivos para la salud de nuestros riñones son:
– Alcohol, vino, vinagres, azucares refinados, bebidas gaseosas azucaradas, estimulantes, con efectos desmineralizantes.
– Todo lo de temperatura fría: helados, cubitos de hielo, bebidas frías…
– Los lácteos en todas sus formas. Producen mucosidades, y problemas respiratorios.
– El uso de la leche de soja y el tofu crudo (hay que cocinarlo).
-También los horneados de harina y cereales procesados (harinas, copos, pan) en general producen muchos problemas respiratorios y de mucosidades.
– Es conveniente reducir todo lo crudo (ensaladas, fruta) de efecto enfriante.
– Evitar pastelería, bollería, levaduras artificiales.
– Evitar el consumo de verduras solanáceas (efectos desmineralizantes): patata, berenjena, tomate, pimiento.
– Reducir el consumo de especies.
Alimentos buenos que nutren los riñones.
En general, los alimentos que nutren los órganos del elemento agua son los propios del medio marino: algas (especialmente la kombu), algunos pescados y mariscos como la sepia, calamar, gambas, langostinos y ostras y los pescaditos secos, las castañas pilongas, azukis, trigo sarraceno y pastas de sarraceno (soba), condimentos como el miso, tamari, shoyu, tekka, shio-kombu, shio-nori, té de kombu, té mu, sésamo negro, arroz y arroz negro, berros, ortigas, borraja, perejil, hojas de nabo y de rabanitos…
– Incrementar: el consumo de cocciones largas en las verduras de raíz y redondas,
– Incrementar el consumo de algas, y sopas de miso.
– Utilizar cereales más invernales: mijo, arroz integral, trigo sarraceno, avena.
– Incrementar la cantidad de aceite en cocciones, pochando cebollas, etc…
– Utilizar estilos de cocción que nos aporten calor profundo: horno, estofados, salteados largos, presión, mantequillas de verduras, etc….
– Incrementar ligeramente los condimentos salados: sal, miso, salsa de soja..
– Incrementando la proteína, para generar más calor, más legumbres, pescado en caso de que lo tomes habitualmente y proteínas vegetales….
– Si se desea fruta, la tomaremos cocida: compota, horno, plancha, etc….
– Tomar infusiones caliente de tomillo, romero, salvia, regaliz, te de 3 años, incluso puntualmente se les puede añadir unas rodajitas de jengibre fresco.
Estos menús macrobióticos constan de una sopa y/o postre + un plato combinado.
ALMUERZO | CENA |
Sopa de miso con mijo, tallos de puerros y wakame
Ensalada de azukis con aliño de tamari-jengibre Salteado de zanahorias y sus hojas Brécol al vapor con gomasio |
Dashi con udón
Ensalada de kale al vapor Té kukicha |
Caldo de Cebolla y apio con tamari
Guiso de sarraceno con verduras dulces Nishime de chirivías y coles de Bruxelas Barquitos col rizada con lentejas a la mostaza Café de cereales |
Té de azukis
Gratinado de restos de cereal con bechamel de avena con shiitake y tomillo Verduras variadas al vapor con aliño agridulce de algas Té bancha
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Crema de berros con eneldo fresco
Cebada con azukis y aliño de umeboshi Zanahorias y apio al vapor con salsa de miso-cebollino Ensalada de col china con chucrut Kantén de frutos rojos (gelatina hecha con agar-agar) |
Sopa de verduras con fideos de sarraceno
Rollitos de nori con tofu y pepinillos encurtidos Daikon seco con kombu y cebolla Rúcula prensada con vinagre de arroz Té bancha |
Sopa de miso con raíces
Arroz con castañas Hummus de soja negra Nabos salteados con ao-nori Hojas de rabanito al vapor Té Kukicha |
Hamburguesa de trigo sarraceno
Kimpira de zanahoria y arame con jengibre Ensalada de escarola escaldada con picatostes de tempeh Té bancha |
Té de azukis.
Tallarines de arroz con salteado de col lombarda, pasas y piñones Estofado de raíces con canela Diente de león escaldado con sésamo tostado Manzana al horno con frutos secos Té Bancha |
Crema de puerro y brócoli con genmai miso y tofu ahumado crujiente
Mijo con zanahoria, hijiki, perejil y gomasio Infusión de hinojo |
Preparar un menú macrobiótico va más allá de la simple cocina. Implica presencia y práctica del “aquí y ahora”, es pura alquimia que va más allá del alimento en sí. Es una forma de meditación activa que incorpora el ritual cotidiano que nos nutre y sustenta la vida. Esto es algo que no se puede comprar, que no se puede obtener con dinero sino con la constancia y la dedicación.
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