Las nuevas tecnologías forman parte de nuestras vidas desde hace varias décadas. Han cambiado el estilo de vida de millones de personas, favoreciendo tanto el acceso como la difusión de información en la red.
Las personas usamos la tecnología para aprender, comunicarnos, viajar, potenciar nuestras empresas y vivir con más confort. Es una ayuda para mantener relaciones sociales pues a través de las redes, e-mail, Skype o WhatsApp podemos mantener el contacto con amigos actuales y del pasado que no vemos a diario, intercambiar opiniones con compañeros de trabajo y con personas que ni siquiera conocemos.
Haber cambiado el correo postal por el correo electrónico merma en personalidad propia las cartas escritas a mano, pero ha aumentado la velocidad de entrega de los mensajes y ha reducido costos de envío, de papel y favorece que ya no se tengan que talar tantos árboles para fabricarlo.
A nivel relacional, los beneficios del avance tecnológico son tantos como sus perjuicios. Un estudio de 2012 de la Universidad de Essex demostró que el 54 por ciento de las ” personas que nacieron en la era de Internet están de acuerdo con la afirmación “Prefiero enviar mensajes de texto o chatear con la gente en lugar de hablar con ellos. ”
Muchas personas bromean al ver fotos de parejas que interrumpen sus momentos románticos para atender notificaciones de sus móviles, o al ver escenas de familias que salen al restaurante y en vez de comunicarse están abstraídas en la pantalla de sus móviles que colocan al lado de los cubiertos, pero estas mismas personas que se alarman, aún mantienen la televisión encendida durante las comidas sabiendo que afecta a la comunicación profunda relativizándola a una comunicación basada en el programa que se está viendo.
Además, comer con la atención puesta en una pantalla de T.V. móvil u ordenador resta mucha consciencia al acto de comer y en cómo se aprovecha nutricionalmente el alimento. Influye en los procesos digestivos, en la Presencia en el “aquí y ahora”, desviando la atención hacia la conexión con la comida y la masticación, lo cual crea una desvinculación con los sabores, texturas y esencia propia del acto de la nutrición.
Las nuevas tecnologías pueden tener un gran impacto en la salud mental y física de sus usuarios/as que causa problemas de diversa índole.
La constante conexión a Facebook, Twitter, Instagram e incesante mensajería de texto puede perjudicar seriamente la espalda si no se practica reeducación postural. Mirar pantallas provoca tensión en el cuello, sentarse delante de ordenadores todo el día puede también afectar negativamente en nuestra estatura y crear cifosis dorsal o dolencias lumbares.
La exposición al Wifi puede afectar la calidad y potencia del esperma de los hombres, sobre todo si se trabaja con ellos apoyados cerca de la pelvis o sobre ella. Un estudio dirigido por investigadores realizado en el Inglaterra, sugiere que los hombres que almacenan sus teléfonos en sus bolsillos corren el riesgo de exponerse a niveles de radiación que también pueden disminuir la cantidad de esperma.
He dado clases de Yoga Iyengar durante 24 años y en los últimos 10 años he tenido numerosos alumnos con problemas funcionales de atrofia muscular (notable aumento de hernias discales lumbares y cervicales, isquio-tibiales rígidos, no poder extender los dedos de la mano, incremento en cuadros de artrosis prematura y peligro de aborto) diagnosticados a causa de estar trabajando todo el día con ordenadores.
Estar demasiado tiempo conectados/as puede causar problemas psicológicos como distracción, narcisismo, expectativas de gratificación instantánea e incluso depresión.
A nivel emocional la tecnología ha suplantado en muchos hogares las relaciones afectivas directas entre personas y grupos para darse de manera ilusoria a través de las redes sociales. La constante conexión a Facebook se relaciona directamente con la soledad, el aislamiento y el miedo a las relaciones interpersonales provocando un mayor grado de infelicidad e insatisfacción.
La tecnología crea adicción, y este es un problema que va en aumento conforme se normaliza y ensalza su uso. Un alto porcentaje de personas –más del 70%- sienten ansiedad y sentimiento de desprotección si se quedan sin móvil y también experimentan algunos síntomas parecidos al “mono” que se da al eliminar la ingesta de sustancias adictivas como el alcohol o las drogas.
El exceso de estímulos informativos y visuales que entran en nuestro cerebro a través de nuestros órganos de los sentidos es totalmente contrario al estado de paz y ecuanimidad mental que muchas personas trabajamos practicando yoga y/o meditación. Estos estímulos crean memorias en nuestro inconsciente que pueden condicionar nuestras emociones, creencias o actitud de manera subliminal.
Afortunadamente, existen algunas pautas para ayudar a aliviar estos problemas de salud.
1- Dosifica tu tiempo de conexión si tu trabajo te lo permite. Decide cuántas horas de ordenador, televisión o WhatsApp son imprescindibles para satisfacer tu necesidad de comunicación a distancia.
2- Si tu trabajo está sujeto a conexiones diarias largas con maquinaria electrónica, luces fluorescentes, ordenador, etc…
- Cuida tu alimentación. TOMA: verduras cocidas, cereales integrales, legumbres, algo de proteína animal diaria si no eres vegano/a y si lo eres, recuerda nutrirte con alimentos cocinados de manera sustanciosa que te arraiguen y aporten dulzor, alimentos fermentados, algo de grasas saludables. EVITA: tomar demasiadas verduras y hortalizas crudas en tus menús, azúcar, demasiados zumos y las harinas refinadas.
- Pon plantas en tu oficina o lugar de trabajo, sobretodo de hojas anchas para neutralizar el exceso de energía electromagnética. Convierte tu espacio en un pequeño oasis
- Durante tus horas libres, si te sientes sobrecargado/a, puedes acercarte a un parque o pequeño bosque cercano y sentarte con la espalda contra el tronco de un árbol o abrazarte a él sintiendo la conexión de tus pies con la tierra y cómo el árbol absorbe de ti todo lo perjudicial y te devuelve su energía natural y sanadora.
- En verano lo baños de mar son un muy buen método de limpieza y relajación a la vez que de ejercicios de natación. Sal a la playa si puedes, y si no, busca un río y escápate a la naturaleza. Aprovecha para caminar descalzo sobre la arena o sobre la tierra
- Si te sientes sobrecargado/a en tu despacho, en vez de ir al bar a almorzar, puedes ir a un parque y caminar descalzo/a por la hierba.
- Practica regularmente ejercicio físico y yoga u otras técnicas de reequilibrio físico-mental y energético.
- Frota a diario la piel de tu cuerpo con un cepillo de crin o una toalla húmeda para activar la circulación.
- Evita el uso de tejidos sintéticos en contacto directo con la piel y usa mayormente tejidos naturales como el lino, algodón, cáñamo…
- Antes de acostarte, apaga el Wifi, el teléfono y el ordenador. Las investigaciones demuestran que el uso excesivo de tecnología — particularmente antes de acostarse — puede tener un impacto adverso en la calidad del sueño a causa de la luz brillante que emiten las pantallas.